Cada vez está más extendida la práctica de plantar árboles frutales, no ya sólo en el huerto de fin de semana, sino en el jardín o terraza ciudadanos.
De esta forma se tienen frutos baratos, frescos y libres de pesticidas, a la par que el cuidado de estos árboles proporciona al aficionado unos momentos de distracción y relax tan necesarios en el ajetreado modo de vida actual.
¿Dónde se pueden situar?
Cada especie requiere una exposición determinada, pero es casi seguro que encontremos un árbol frutal para cualquier emplazamiento.
Hasta en el reducido espacio de una terraza puede mantenerse un pequeño peral, manzano o melocotonero de los llamados dé «medio tronco» que adquiere un porte menor del habitual.
Este último punto es fundamental, pues si a la hora de planificar el jardín o el pequeño huerto no se prevé el desarrollo final que adquirirá el árbol, es muy probable que en pocos años o el jardín sea impracticable o habrá que talar la mitad de los ejemplares.
Otro punto a tener en cuenta es no plantar los árboles frutales muy cerca de las hortalizas, pues a los frutales hay que aplicarles periódicamente productos fitosanitarios que podrían contaminar a aquéllas y, por consiguiente, pasar después a los consumidores.
¿Qué suelos y temperaturas requieren?
Por regla general la mayoría de los frutales no crecen bien en tierras excesivamente calcáreas. por lo que si se tienen suelos de este tipo habrá que recurrir a una enmienda del terreno a base de compuestos ricos en humus de tipo ácido.
Otro factor al que son muy sensibles los frutales es a las bajas temperaturas y a los vientos fuertes y fríos.
Para evitar estos últimos puede recurrirse al cercado de la finca o huerto con coniferas de alto porte de modo que éstas creen una pantalla de protección.
Las heladas son más difíciles de eludir, pues aunque se proteja con paja las raíces del árbol, la flor, de la que posteriormente se desarrollará el fruto, se pierde fácilmente con los hielos nocturnos primaverales.
Al floricultor no le queda más remedio que adquirir variedades de floración tardía y confiar en la suerte.
¿Cómo se multiplican los frutales?
Por regla general en los viveros especializados se multiplican por división vegetativa, es decir, separando ramas del pie madre que posteriormente se ponen a enraizar.
Esta técnica se encuentra lejos de las posibilidades del aficionado, pues requiere instalaciones costosas y conocimientos hortícolas profundos.
Por otra parte, debido a la creciente industrialización de los viveros, los plantones de árboles frutales tienen ya precios muy moderados.
¿Cómo hay que recoger la fruta?
Cuando los frutos tengan un color uniforme será el momento de recogerlos, pues si se dejan en el árbol más tiempo del necesario se vuelven pastosos o harinosos y pierden gran parte de su sabor.
Los frutos deben separarse de las ramas sin ningún esfuerzo; cuando así sucede podemos estar seguros de que la fruta se encuentra en plena sazón.
Hay que procurar dañar el árbol lo menos posible, por lo que los vareos o los movimientos bruscos del tronco están proscritos.
También hay que vigilar dónde se apoya la escalera, en parte por no tronchar las ramas y por otra, por nuestra propia seguridad.
A la hora de colocar la fruta en cesto o canasto también hay que cuidar de que no se golpee.
Fotos provisorias extraidas de Internet
Hojas y pequeños frutos de peral
Manzano
Flores de Manzano
Flores de manzano silvestre
Manzana Roja
manzana verde granny smith
"Sirve, Piensa, Medita, Realiza" (Rwari Sivarinda)