Fuchsia , nombre común o vulgar Fucsia; Aljaba; Aljava; Flor de arete; Flor de nácar: Fusia ; aretillo ;Aljaba; chorros ; pendientes de la reina




Nombre científico o latino:
Fuchsia



Familia :
Onagráceas


Especies comunes :

Fuchsia corymbiflora ; Fuchsia excorticata ; Fuchsia fulgens ; Fuchsia hybrida; Fuchsia magellanica .



Origen:

Género compuesto por más de 2.000 especies y variedades de arbustos procedentes de México, América Central, Sudamérica, Nueva Zelanda y otras islas del Océano Pacífico.


Descripción:

Arbustos de crecimiento erecto o colgante, con hojas elípticas y dentadas situadas en pares opuestos o en verticilos. Las flores son péndulas y en forma de campana, estando normalmente los pétalos y los sépalos coloreados en distintos tonos (rojos, rosas, anaranjados, amarillos o blancos).


Cuidados básicos:

Las fucsias se desarrollan bien en exposiciones sombreadas o semisombreadas y con temperaturas que en invierno no deberán descender nunca de los 4° C. Es importante que se les proporcione una humedad constante durante todo el año, pero especialmente durante los períodos de crecimiento y floración. El riego se disminuirá durante la época fría, pero sin dejar que el pan de tierra se seque por completo. Las variedades colgantes y los ejemplares viejos precisan una poda a finales de verano para limpiar la planta de ramas secas.


Suelo y trasplante:

Admiten cualquier tipo de suelo con tal de que sea fértil y posea un buen drenaje. Durante el invierno se puede añadir una capa de cenizas, arena gruesa o turba alrededor del píe del ejemplar para evitar que se hiele. El trasplante se efectuará después de la poda, una vez pasados los riesgos de helada.


Abonado:

Durante la primavera y el verano conviene darles riegos fertilizantes cada quince días para asegurar una mayor belleza y durabilidad de la floración.


Ubicación:

Dependiendo del clima de la región y de la variedad empleada, las fucsias pueden utilizarse tanto como planta exterior de jardín, como plantada en macetas en la terraza o incluso en el interior del hogar. En zonas de clima extremadamente frío, su cultivo se lleva a cabo en el interior de los invernaderos.


Plagas y enfermedades:

El calor excesivo y la sequedad ambiental pueden favorecer la aparición de pulgones y moscas blancas. Los primeros se combatirán con pulverizaciones de insecticidas sistémicos y las segundas con Malathion o Lindano.


Consejos útiles:

Las fucsias se pueden reproducir a partir de semillas que se plantarán en primavera o por esquejes de los tallos básales ligeramente lignificados obtenidos a principios del verano o finales de la primavera.




Fotos provisorias extraidas de Internet





Fuchsia
Fuchsia magellanica
Fuchsia magellanica
Fuchsia magellanica








Brinco de princesa rosa Fuchsia corymbiflora




Fuchsia dancingflame



Fuchsia corymbiflora roja










Fuchsia Dollar Princess





Fuchsia hybrida

Enfernmedades de los Frutales

Todas las plantas del jardín están expuestas a los ataques de hongos y parásitos y los árboles frutales no son una excepción. Para evitar que en poco tiempo se eche a perder una labor de años, hay que vigilar continuamente la plantación y seguir un calendario de tratamientos preventivos que impidan la aparición de plagas y enfermedades.


¿Cuáles son las principales enfermedades de los frutales de pepita?

Aunque son muchas, las más comunes son las siguientes:

Oidio. Ataca sobre todo al manzano y al peral, a los que recubre de una capa de polvillo blanco, preferentemente en hojas y yemas. Se combate cortando y quemando las ramas afectadas y tratando el resto con Benomyl o Thiram.

Roña o moteado. Ataca especialmente al manzano y al peral. Se caracteriza por un moteado, aterciopelado de color verde oliva sobre las hojas y callosidades castaño oscuras en frutos. Se combate con Captan.

Chancro. Generalmente se suele dar en el manzano, sobre cuyo tronco se desarrollan manchas características. Para erradicarlo hay que pelar la rama antes de que el mal la circunde por completo y tratar la herida con pintura protectora de la empleada en las podas.

Arañas. Se trata de un diminuto acaro de color rojizo que ataca las hojas de la mayoría de los frutales de pepita, que adquieren un color bronce y se plagan de pequeñas moteaduras. También es fácil observar pequeñas telarañas. Se erradica con fumigaciones de Malathion, con la precaución de no fumigar si ya hay fruta madura.

Pulgones. Se presentan en todos los frutales de pepita. Atacan hojas, tallos y frutos a los que llenan de picaduras que más tarde se convierten en callos. Tratar con Primicarbo, insecticida que tienen la ventaja de no atacar a las abejas. Tampoco daña ni a los adultos, ni a las larvas de la mariquita, enemigo natural de los pulgones.


¿Y a los frutales de hueso?
Aparte de la mayoría de las enfermedades y plagas antes mencionadas, cabe destacar:

Polillas. Hay diversas, aunque la más peligrosa sea la Falena. Sus larvas suelen atacar las flores y frutos del cerezo, el melocotonero y el ciruelo. Durante o después de la floración de los árboles se puede utilizar Fosalon, especialmente si se detectan también pulgones.

Mosca de la fruta. Pequeña mosca de unos 5 milímetros caracterizada por presentar franjas de color anaranjado en las alas. Sus larvas devoran especialmente los frutos de ciruelos y cerezos. La lucha química contra este diminuto insecto se ha mostrado ineficaz cuando aparece en forma de plaga. En plantaciones pequeñas puede recurrirse a envolver los frutos con bolsitas de papel celofán.

Por último, convendría recordar algunas normas sobre el empleo de insecticidas:

1) Siga estrictamente las indicaciones del fabricante en cuanto a dosis y modo de empleo.

2) Mantenga estos productos fuera del alcance de los niños y no los guarde en recipientes que se presten a confusión, como botellas de vino o leche.

3) No coma, fume o beba mientras esté fumigando. Protéjase las manos con guantes y lávese después del trabajo.

4) No recoja la fruta hasta que esté completamente seguro de que el producto se haya eliminado por completo, pues así evitará intoxicaciones.

Frutales, generalidades









Cada vez está más extendida la práctica de plantar árboles frutales, no ya sólo en el huerto de fin de semana, sino en el jardín o terraza ciudadanos.

De esta forma se tienen frutos baratos, frescos y libres de pesticidas, a la par que el cuidado de estos árboles proporciona al aficionado unos momentos de distracción y relax tan necesarios en el ajetreado modo de vida actual.


¿Dónde se pueden situar?


Cada especie requiere una exposición determinada, pero es casi seguro que encontremos un árbol frutal para cualquier emplazamiento.

Hasta en el reducido espacio de una terraza puede mantenerse un pequeño peral, manzano o melocotonero de los llamados dé «medio tronco» que adquiere un porte menor del habitual.

Este último punto es fundamental, pues si a la hora de planificar el jardín o el pequeño huerto no se prevé el desarrollo final que adquirirá el árbol, es muy probable que en pocos años o el jardín sea impracticable o habrá que talar la mitad de los ejemplares.

Otro punto a tener en cuenta es no plantar los árboles frutales muy cerca de las hortalizas, pues a los frutales hay que aplicarles periódicamente productos fitosanitarios que podrían contaminar a aquéllas y, por consiguiente, pasar después a los consumidores.


¿Qué suelos y temperaturas requieren?

Por regla general la mayoría de los frutales no crecen bien en tierras excesivamente calcáreas. por lo que si se tienen suelos de este tipo habrá que recurrir a una enmienda del terreno a base de compuestos ricos en humus de tipo ácido.

Otro factor al que son muy sensibles los frutales es a las bajas temperaturas y a los vientos fuertes y fríos.

Para evitar estos últimos puede recurrirse al cercado de la finca o huerto con coniferas de alto porte de modo que éstas creen una pantalla de protección.

Las heladas son más difíciles de eludir, pues aunque se proteja con paja las raíces del árbol, la flor, de la que posteriormente se desarrollará el fruto, se pierde fácilmente con los hielos nocturnos primaverales.

Al floricultor no le queda más remedio que adquirir variedades de floración tardía y confiar en la suerte.


¿Cómo se multiplican los frutales?

Por regla general en los viveros especializados se multiplican por división vegetativa, es decir, separando ramas del pie madre que posteriormente se ponen a enraizar.

Esta técnica se encuentra lejos de las posibilidades del aficionado, pues requiere instalaciones costosas y conocimientos hortícolas profundos.

Por otra parte, debido a la creciente industrialización de los viveros, los plantones de árboles frutales tienen ya precios muy moderados.


¿Cómo hay que recoger la fruta?


Cuando los frutos tengan un color uniforme será el momento de recogerlos, pues si se dejan en el árbol más tiempo del necesario se vuelven pastosos o harinosos y pierden gran parte de su sabor.


Los frutos deben separarse de las ramas sin ningún esfuerzo; cuando así sucede podemos estar seguros de que la fruta se encuentra en plena sazón.


Hay que procurar dañar el árbol lo menos posible, por lo que los vareos o los movimientos bruscos del tronco están proscritos.


También hay que vigilar dónde se apoya la escalera, en parte por no tronchar las ramas y por otra, por nuestra propia seguridad.


A la hora de colocar la fruta en cesto o canasto también hay que cuidar de que no se golpee.




Fotos provisorias extraidas de Internet



Hojas y pequeños frutos de peral



Flores de peral



Pera madura



Variedades de Pera




Rama en flor de peral




Fruta de peral madura
Lamina Botanica de Peral




Bonsai de Peral





Manzano





Flores de Manzano



Flores de manzano silvestre



Manzana Roja





manzana verde granny smith


"Sirve, Piensa, Medita, Realiza" (Rwari Sivarinda)